Los eventos climáticos registrados en diciembre y lo que va del mes de enero, complicaron los distintos sistemas productivos en la región centro-norte de la provincia de Santa Fe.
En todos los departamentos, se registraron precipitaciones con montos pluviométricos importantes, generando en estas últimas tres semanas y media un acumulado con registros superiores a los 500 milímetros en los departamentos Castellanos (550) y La Capital (535 mm). En una segunda escala se ubicaron los registros superiores a los 400 mm., en los departamentos Las Colonias (490 mm.), San Justo (455mm.), San Martín (445mm.) y San Javier (405mm.). En el resto, los montos pluviométricos fluctuaron entre los 180 y 395 mm., dice el informe semanal del SEA que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.
Las actividades estuvieron paralizadas y/o afectadas en distintos grados en toda el área, condicionando principalmente dos aspectos: a) el proceso de siembra de segunda, sorgo granífero, algodón y lotes de maíz de segunda y el proceso de cosecha del girasol. b) Monitoreos, seguimientos y controles de los cultivos por falta de piso y caminos secundarios intransitables.
Estas situaciones, principalmente en los departamentos del centro-sur de la región, dado los problemas muy complejos que originaron los excesos hídricos, han generado incertidumbre sobre todos los cultivos implantados.
Para el período comprendido entre el miércoles 18 y el martes 24 de enero de 2017, se prevén condicones climáticas estables y pocas probabilidad de lluvias en la región. Esta situación permitiría reanudar las actividades y visualizar la capacidad de reacción en los sistemas productivos, luego de los excesos hídricos registrados.

Los cultivares sembrados en lotes que se encuentran en diferentes posiciones topográficas: alta plana, alta, media, media baja, baja y plana cóncava, se desarrollaron bien desde el inicio. Pero las sucesivas precipitaciones y excesos hídricos registrados en estos últimos 23 días, con encharcamiento y anegamientos -que generaron muertes de plantas y altas probabilidades de enfermedades-, crearon condiciones adversas para un normal desarrollo.
En una primera estimación, el SEA considera que aproximadamente el 35% de la superficie sembrada fue afectada en distintos grados.
Se reitera el crecimiento y expansión de malezas resistentes, como el yuyo colorado, sorgo de alepo y rama negra, como consecuencia de la imposibilidad de realizar los seguimientos y controles por la intransitabilidad de los caminosy la falta de acceso a los lotes.

El proceso de siembra logró el 85% de grado de avance. Representa unas 467.500 hectáreas sobre una intención de siembra para esta campaña 2016/2017 de 550.000 hectáreas. En comparación con la campaña anterior, la siembra presenta un retraso de 13 puntos.
La siembra continuó totalmente paralizada y muy condicionada por las sucesivas lluvias, los excesos hídricos, el acceso a los lotes y la intransitabilidad de los caminos.
La presencia de malezas en aumento, áreas muy encharcadas-anegadas, mortandad de plantas y problemas en el crecimiento y desarrollo, generó una situación muy compleja para los cultivos.
Se advierte un futuro muy incierto y un alto porcentaje de afectación e impacto, estimándose en un 45%, aproximadamente, de la superficie sembrada en distintos grados.

Las precipitaciones complicaron el fin del ciclo del cultivo. En los departamentos General Obligado, Vera, 9 de Julio, San Justo y norte de Las Colonias antes de las precipitaciones del 15 de enero y en zonas altas con acceso a los lotes, el proceso de cosecha tuvo cierto ritmo, con rendimientos promedios que oscilaron entre los 19 y 22 qq/Ha y con un rendimiento máximo en lotes puntuales de 26-27 qq/Ha.
El estado de los cultivo en general es bueno, con lotes puntuales muy bueno, en el 50% de lo sembrado; un 20% mostró estado de bueno a regular, y el 30% restante, de regular a malo. Mucha preocupación entre los productores por no poder realizar la cosecha por los excesos hídricos.

Los cultivares comenzaron a evidenciar las primera consecuencias de este período muy húmedo, con mortand de plantas. De acuerdo con las posiciones topográficas, se observa un amplio rango de situaciones y estado de los cultivares, que fueron de comienzo de picado (para autoconsumo), hasta 60 centímetros de agua en superficie, totalmente inundados.
En una primera estimación, el 70% del área sembrada sufrió los excesos hídricos, por ello es muy heterogénea y variada la situación de los cultivares. El mayor impacto y en diferentes grados, se observa en los cultivos realizados en la cuenca lechera, particularmente, en los departamentos Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín, sureste de San cristóbal y centro-sur de San Justo.

Las lluvias y la falta de radiación solar en la etapa primordial del arroz: diferenciación panicular, floración y llenado de granos, en una primera estimación, han afectado al 60% de los arrozales. Se observó vaneo de flores y granos por encima de lo normal, que se reflejará en los rendimientos de los lotes afectados. Se ha dificultado el control de los insectos de temporada.
Además, las áreas inundadas del Sistema Saladillo presionaron la defensa de los cultivos de arroz y exigieron bombeo para el desagote, con un incremento de los costos operativos.
Los caminos intransitables dificultaron las operaciones previa a la cosecha, programada para fines de enero.

La intención de siembra para esta campaña 2016/2017 se estimó en 66.000 hectáreas, un incremento aproximado entre 10.000 y 12.000 hectáreas, en comparación a la superficie sembrada de la campaña anterior.
El proceso de siembra logró una superficie aproximada a las 52.800 hectáreas, estando muy condicionado el final del proceso por las sucesivas precipitaciones y limitantes en la cama de siembra (suelos saturados y muy húmedos).
La campaña presenta un retraso de 20 puntos.

Se ja sembrado el 70% de lo estimado, es decir unas 45.500 hectáreas. En relación con la campaña anterior, la siembra presenta un atraso de 30 puntos.
La intención de siembra fue de 65.000 hectáreas, unas 5.000 hectáreas menos que la campaña anterior.