No se registraron lluvias en la semana comprendida entre el 14 y el 20 de septiembre de 2016. Las características climáticas favorecieron a los cultivares de trigo y de girasol sembrados al comienzo de la campaña, permitiendo un normal y óptimo crecimiento. Diferente es la situación para los cultivos de girasol y de maíz de primera recientemente implantados, que han presentado algunos inconvenientes en la germinación y en el crecimiento.
La falta de precipitaciones genera inquietud en las expectativas de los productores, que comenzaron a dudar de las planificaciones realizadas oportunamente.
"El proceso de siembra, para ambos casos (girasol y maíz de primera), se hizo más lento y su ritmo cambiaría ante las posibilidades de precipitaciones que modifiquen la humedad de la cama de siembra, situación que por el momento no se vislumbra y/o pronostica", dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.

En su totalidad, los cultivares han desarrollado sus sistemas radiculares permitiendo un crecimiento normal de ellos. Con un 80% en estado general de "bueno a muy bueno, con lotes puntuales excelentes" y el 20% restante en estado "bueno", con algunos lotes puntuales en estado regular.
Hasta el momento, no se observaron síntomas de déficit hídrico pero de no producirse precipitaciones en los próximos 15 días, algún inconveniente se hará presente, ya que se aproxima la etapa de espigazón de las plantas.
Los cultivos presentan condiciones sanitarias buenas, sin plagas y con algunas enfermedades de hoja, como mancha amarilla, septoria y roya, que se han observado en las hojas basales y lotes puntuales, hasta la fecha.

La disminución del contenido de agua en los primeros centímetros de la cama de siembra hicieron disminuir el ritmo en el proceso de siembra en su etapa final, mostrando un avance del 97%, representando unas 108.640 hectáreas.
Los cultivares implantados en los últimos veinte días, han expresado problemas en la germinación y el crecimiento, en especial en los departamentos del centro y sur del área de estudio, siendo afectadas algunas plantas, disminuyendo la cantidad de ellas por hectárea.
Las estimaciones de intención de siembra para esta campaña se mantienen en 112.000 hectáreas.

El proceso de siembra presentó un grado de avance del orden del 28%, representando aproximadamente 21.000 hectáreas. En particular, la escasa humedad en los primeros centímetros (00-08 cm), las temperaturas ambientales y de los suelos, medianamente bajas, lentificaron su siembra.

Lentamente fue avanzando la siembra de arroz para la presente campaña, en particular regulada por la disponibilidad de humedad en la cama de siembra.
Se mantuvieron las expectativas en un aumento de la superficie a sembrar con indicadores como cambios en las prácticas de manejo, controles y tecnología que respaldan la otra realidad con que comenzó el ciclo del cultivo.