Segunda semana consecutiva con inestabilidad climática, precipitaciones, ambiente muy húmedo, lloviznas, días nublados con escasas a nulas horas de sol, en toda el área, sumando escenarios a los se observaron no hace mucho tiempo. Estas condiciones condicionaron las actividades, paralizando en su totalidad los procesos de cosecha y siembra.
Esta realidad afrontada por los productores y el sector agropecuario, suma complicaciones y nuevos replanteos, planificaciones y/o cambios de opciones (otro cultivo). Este contexto incidirá directamente en un decrecimiento en la intención de siembra de fina (trigo) de ciclos cortos de esta campaña, ante las estimaciones y expectativas realizadas a comienzo de la misma. A media que pasaron los días se acercó el fin del período óptimo de siembra y al no poder concretarse porque las condiciones en los escenarios fueron desfavorables (encharcamientos, suelos saturados a sobresaturados), se plantearon posibilidades de remplazarlo por cultivos de maíz y girasol para esta nueva campaña.
Se remarca que los recursos naturales (suelo, agua y flora) siguen teniendo un rol cada vez más importante y de significado en las campañas de cosecha fina 2016 y cosecha gruesa 2016/2017, siendo de peso en las definiciones de los productores.

El proceso de siembra del trigo continuó interrumpido por las condiciones ambientales de la semana comprendida entre el 29 de junio y el 5 de julio de 2016. Se había logrado un avance del 40% sobre la intención de siembra de esta campaña, lo que representa unas 126.000 hectáreas sembradas.
La siembra solamente se pudo concretar en posiciones topográficas de lomas altas y medias y en pendientes altas y medias, las cuales permitieron que los cultivares implantados presentara una buena a muy buena germinación, en pleno desarrollo y sin problemas en este período húmedo.

El proceso de cosecha estuvo paralizado por las condiciones climáticas. Había experimentado un progreso del orden del 28%, es decir unas 24.570 hectáreas, con un 22% de retraso interanual.
Se recuerda que los rendimientos promedio obtenidos en la semana fluctuaron entre los 65 y 85 qq/Ha, con un máximo de 95 qq/Ha, en algunos lotes puntuales.
Para el final de la campaña, se estimó un rendimiento promedio de 82 a 85 qq/Ha.

Las condiciones climáticas también se manifestaron en el departamento 9 de Julio donde queda un muy bajo porcentaje para ser cosechado, poniéndose en duda si se concretará dicho proceso.
Los rendimientos promedio hasta la fecha oscilaron entre los 1.800 a 2.200 kg/Ha., con algún puntual de 2.400 kg/Ha.
En el resto del área algodonera se recuerda que los rendimientos mínimos obtenidos oscilaron entre 1.000 a 1.200 kg/Ha y los máximos de 2.000 a 2.400 kg/ha.

Por la inestabilidad climática y las precipitaciones ocurridas, quedó totalmente detenida la cosecha y se dilata su finalización. El proceso de cosecha logró un progreso del 92% sobre lo sembrado, lo que representó aproximadamente unas 63.020 hectáreas, con un 8% de retraso interanual.
Los rendimientos obtenidos en la semana fluctuaron entre 30 y 45 qq/Ha., con un máxmo de 52 qq/Ha en algunos lotes puntuales. Se estimó un rendimiento promedio para la campaña de 45-46 qq/Ha.