EL NODO REGIONAL PILAR Y LA IMPORTANCIA DE LA LECHERíA
Trabajo interinstitucional sobre el impacto social de la actividad lechera
La Cooperativa Guillermo Lehmann, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral, y la Región Santa Fe Centro de CREA, presentaron recientemente este nuevo ámbito interinstitucional del sector agropecuario. Y publicaron los resultados de un relevamiento que deja en evidencia el valor estratégico que tiene el sector lechero desde el punto de vista económico, pero fundamentalemente social.
El pasado viernes 21 de agosto, en el marco de la Expo Rural Rafaela y la Región, se produjo la presentación oficial del Nodo Regional Pilar, una ámbito interinstitucional del sector agropecuario que integran la Cooperativa Guillermo Lehmann, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral y la Región Santa Fe Centro CREA, y que tiene por objetivo, a partir de la sinergia entre las esferas públicas y privadas, propiciar debates y propuestas en el entorno social con proyección hacia la región centro de Santa Fe.
Durante el lanzamiento, y ante un auditorio compuesto por más de 25 autoridades la zona (entre ellas el senador provincial por el Departamento Las Colonias, Rubén Pirola, y más de 10 presidentes comunales), presentaron el proyecto el Ing. Diego Lescano, miembro del CREA Elisa-Humberto Primo y presidente de la Sociedad Rural de esa localidad, el Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Norberto Gariglio, y Gonzalo Turri, Gerente General de “la Lehmann”.
En primer término, Lescano trató de representar esta interacción con el siguiente lema: “La innovación a través de la vinculación entre instituciones”. Prosiguió diciendo que “el objetivo es tratar que el corto plazo no paralice y empezar a pensar en el mediano y largo plazo, pensar fuera del contexto, en el desarrollo y en la interacción entre las instituciones. Hay un plan de trabajo interesante y un montón de ideas a partir de ello”.
Por su parte Gariglio manifestó que tiene “una gran expectativa con esta integración”, pero además lo consideró “un eslabón importante para el desarrollo en nuestra región”. “La particularidad que se está dando es la participación de instituciones públicas, como la Facultad o la Universidad, y las instituciones privadas. Ese es un condimento especial que todavía no lo hemos podido aprovechar”, precisó.
El grueso de la charla estuvo a cargo del Gerente de la Cooperativa Guillermo Lehmann, Gonzalo Turri, quien presentó de manera brillante un relevamiento realizado en el distrito Pilar. El estudio fue realizado en gran parte por alumnos de la Facultad, guiados por sus docentes y articulado por la Cooperativa a través del contacto directo con los productores.
EL IMPACTO DE LA LECHERIA
El primer trabajo desarrollado por esta interacción buscó mostrar el grado de incidencia de los tambos en las comunidades. Se hizo foco en los 33 establecimientos del distrito Pilar, para que la comunidad agropecuaria pueda tener una dimensión sobre la producción de leche. De acuerdo al informe, las mediciones concluyeron que la región tiene 5.129 vacas en ordeñe.
Para medir el impacto de la Lechería, se analizó la producción desde diferentes miradas: la leche como alimento, como actividad productiva y como componente estratégico de una comunidad.
Si analizamos la leche como alimento, el estudio detectó que se producen anualmente en la región Pilar, que tiene aproximadamente 5.500 habitantes, 37 millones de litros. En el país se consumen 208 litros por habitante por año, por lo tanto en esa zona se genera alimento para 30 localidades como Pilar.
En cuanto a la lechería como cultura de trabajo, se develó que en los tambos no sólo trabaja el propietario y el tambero, sino también muchas más personas como el ayudante del tambero, el camionero que transporta la leche, el contratista, el veterinario, el nutricionista, el vendedor de balanceado, el contador, el consignatario de hacienda, etc., etc. 3
Al respecto, Gonzalo Turri mencionó un estudio realizado por el Ing. Miguel Taverna de INTA Rafaela, que en 2010 estimó que por cada tambo hay 15 puestos de trabajo directos y 6 indirectos. Si tenemos en cuenta esta estadística, los 33 tambos generan 495 puestos de trabajo directos y 198 indirectos. Por lo tanto una comunidad como Pilar tiene en los tambos empleo para alrededor de 700 personas, lo que transforma a la actividad en “la” fuente de trabajo.
Finalmente, sobre el circuito económico que genera la leche, teniendo en cuenta los 37 millones de litros anuales y que el precio del litro en el momento del estudio (diciembre de 2014) era de $ 3,30, la comercialización vuelca a la localidad más de $ 122 millones, más de $ 10 millones mensuales, que se derraman en todos los puestos de trabajo que se relacionan.
Este rendimiento no se puede comparar con ninguna otra actividad agropecuaria. Por ejemplo contrastado con la soja, si se desarrollara en las mismas hectáreas ocupadas por la lechería dentro del distrito, debería rendir 3 veces más de lo que se logra en la actualidad.
Por otra parte, con el mismo esquema el grupo de trabajo estimó la repercusión económica luego de las bajas reiteradas en el precio del litro en lo que va del año. Haciendo la proyección desde el precio de mayo, restando los centavos que se fueron quitando y suponiendo que en los próximos meses podría pagarse $ 2,70, finalmente la región Pilar habrá dejado de generar $ 11 millones en 2015.
CONCLUSIONES
Gonzalo Turri, finalmente, en la exposición del primer trabajo del Nodo Pilar dejó en claro que como fuente de empleo, y como movimiento económico, el impacto de la lechería es mayúsculo. Allí radica la necesidad de defender el sector, la salud integral de los tambos. Permite obtener un producto sano y esencial en la dieta de cada persona, genera alimento para 180.000 personas, 700 puestos de trabajo y una circulación de $ 122 millones, con 5.129 vacas.
Según sus propios dichos, “el tambo es una industria estratégica en la sustentabilidad económica, ambiental y social de la comunidad”. Tomando los datos de este estudio, el Nodo ya se ha puesto a trabajar para mejorar algunas condiciones de la lechería. Por ejemplo hay gestiones para mejorar la alimentación eléctrica, ya que el 91% de los establecimientos lecheros aún tiene energía monofásica. También con la Facultad de Arquitectura, se analizan mejoras en la calidad de la vivienda, fundamentalmente para aquellos campos arrendados.
Evidentemente el Nodo Regional Pilar empieza a derramar conocimiento sustentable, que permitirá mejorar estructuralmente no sólo esa, sino también cualquier región que se disponga a copiar el modelo de trabajo. Para lograrlo se necesita apertura, conceptos claros y disposición al trabajo a mediano y largo plazo. Por lo pronto, la Cooperativa Guillermo ehmann, la Región Santa Fe Centro de CREA y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, dieron un gran paso.
28-08-2015 | Imprimir