En la sede de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, tuvo lugar la segunda conferencia organizada en el marco del Programa de Nuevos Dirigentes de la institución. En esta oportunidad, la disertación estuvo a cargo del Dr. José María Chemes, quien trató en detalle las características que definen, desde su punto de vista, a todo buen dirigente de una organización.

El Dr. Chemes es profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL y actualmente se desempeña como director de la Agencia de Cooperación, Inversiones y Comercio Exterior del gobierno de la Ciudad de Santa Fe.

Aprovechando su experiencia como empresario, docente universitario y funcionario público, la presentación tuvo un componente tanto teórico como práctico-ejemplificativo; dotando de una mayor riqueza y alcance a la disertación.

A modo de síntesis, bajo la óptica del Dr. Chemes, la tarea dirigencial se centra en la construcción de redes de personas y en la toma de decisiones fundadas. En este sentido, el dirigente participa de las instituciones con un perfil generalista y se apoya en los miembros de su equipo, quienes se encuentran abocados a tareas de orden más especializadas. Por eso, los dirigentes tienen que saber formular las preguntas correctas y tomar decisiones lógicas y consensuadas su equipo de trabajo.

Por otra parte, consignó que  todo dirigente debe tener en cuenta el “aquí” y el “ahora”; es decir, las necesidades coyunturales. Pero para llevar su organización a un mejor escenario futuro también es importante  entender de historia, de economía, de filosofía. No deben perderse de vista los objetivos fundacionales, el entorno donde se desenvuelve la organización, la cosmovisión de la misma; y todo esto, por supuesto, debe necesariamente apoyarse en la ética y en los valores.

El último punto que se trató en la charla estuvo centrado en el hecho de que todo dirigente se ve involucrado con dos aspectos fundamentales: uno de tipo estrictamente técnico y el otro político. Chemes sostuvo que debe desmitificarse la idea errónea de que la tarea dirigencial sea estrictamente técnica. Los dirigentes tienen que fundar sus decisiones sobre un bagaje ideológico, no en el sentido partidario, sino en el sentido amplio de la palabra, por eso se encuentran involucrados constantemente en la necesidad de actuar “políticamente”. Deben tener claro cuáles son sus preferencias y esforzarse por mejorar la situación de su organización y de los miembros que la componen, sean estas del orden público, privado u organismos intermedios.