El informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe al 19 de marzo de 2024, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, da cuenta de que el pronóstico de inestabilidad climática se cumplió, registrándose precipitaciones en toda la región. El cuadro, da cuenta del acumulado desde el 13 de marzo hasta has 20 horas del 19 de marzo, con promedios mínimos y máximos.


Condición climática que otra vez actuó favorablemente sobre los diferentes cultivares que evolucionaron, desarrollaron y/o consolidaron sus estados, bueno, muy bueno y excelente. Pero moderó el ritmo de las distintas actividades agrícolas.

Para el lapso comprendido entre el 20 y el 26 de marzo de 2024, los pronósticos prevén desde su comienzo, nubosidad parcial a total, inestabilidad climática y altas probabilidades de precipitaciones de variadas intensidades hasta fines del jueves 21 del corriente, en toda la superficie del SEA.

A posteriori, variaría a estabilidad climática, soleado, buen tiempo, parcialmente nublado, temperaturas diarias medias, como consecuencia del ingreso de un centro baja presión, hasta el final del intervalo. Las temperaturas diarias fluctuarían entre mínimas de 13 a 27 ºC y máximas de 23 a 37 ºC

Segunda semana con alternancia de condiciones estables e inestables, elevados porcentajes de humedad ambiente que influyeron directamente en el ritmo de la recolección del maíz temprano, por lo que su avance fue muy dispar, rantelizado y paralizado, en algunos departamentos santafesinos.

En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 qq/ha, con máximos de 60 a 63 qq/ha y en lotes puntuales se lograron 65 qq/ha. Grado de avance 95 %, sin movimiento.

En el sector centro, los rendimientos promedios mínimos obtenidos variaron desde 50 a 57 qq/ha, con máximos de 80 a 90 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 100 qq/ha. Grado de avance 56 %, con 1 punto de adelanto semanal.

En el sector sur, los rendimientos promedios mínimos obtenidos fueron desde 65 a 70 qq/ha, con máximos de 85 a 100 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 115 qq/ha. Grado de avance 15 %, sin variación en el período y con altos valores del contenido de humedad en los granos, los que oscilaron desde 18 - 20 hasta el 22 %

Los cultivares de soja temprana continuaron su evolución sin inconvenientes, transitando las etapas finales de los estados reproductivos, con un buen llenado de grano. Consolidando las expectativas sobre los futuros resultados que se lograrían.

Por lo cual, el 90 % de los lotes se mostraron en estados buenos, muy buenos y excelentes. El 10 % restante del área implantada, reflejó cierto impacto por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico, durante 10 a 12 días a lo largo del ciclo.

El algodón se recuperó por las lluvias ocurridas durante las últimas semanas. El estado general detectado fue desde bueno a muy bueno y en particular, de regular a malo, porque fueron afectados por el estrés hídrico o térmico que padecieron.

En la zona este, se detectó a los cultivares muy dispares, los que se hallaban en condiciones regulares a malas lograron estado bueno a muy bueno, según puntos geográficos, como consecuencia de los diferentes montos pluviométricos y la calidad de los suelos.

En la zona oeste, con inferiores precipitaciones que se dieron con respecto a la anterior, se observaron cuadros en estado regular a malo, por déficit hídrico y estrés térmico. En el límite norte y oeste de dicha zona, departamento Nueve de Julio, lotes sembrados tempranamente se cosecharon, con variados resultados y poca representatividad o referencia.

El aumento de la humedad en los perfiles de los suelos y en el ambiente condicionaron las aplicaciones de defoliantes, las que se realizaron muy lentamente, en los algodonales en etapa de llenado de bochas o apertura de cápsulas. Como consecuencia de dichas características ambientales se observaron lotes muy enmalezados, situación que complicaría la cosecha de la oleaginosa, dado su sistema particular de recolección

En los distintos departamentos santafesinos, los lotes de soja tardía (de segunda), se hallaron transitando normalmente los períodos de desarrollo vegetativo, floración e inicio de fructificación, por lo que el 80 % de los cultivares se mostró en estados bueno, muy bueno o excelente. El 18 % del área implantada, presentó estado regular, con secuelas por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante un período de 10 a 12 días y el 2 % restante, en estado malo.

Los maizales tardíos (de segunda), comenzaron su ciclo bajo condiciones óptimas pero, a mitad del mismo, se observaron primero, puntualmente en algunos lotes o zonas, los impactos provocados por las presencia de (Spiroplasma kunkelii), su vector la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) luego, con el transcurso de las jornadas la manifiesta preocupación de los productores y el reporte de los técnicos, se estableció que la situación particular pasó a general, o sea a toda la superficie del SEA y con diferentes grados de afectación o daños.

Este nuevo escenario, distinto, complicado, con muy diversas y variadas realidades, hizo que las tareas de seguimiento o evaluación se desarrollaran y seguirían desarrollándose diariamente, para la real cuantificación del impacto sufrido por los maizales, de toda el área de estudio.

En la superficie total del área de estudio, centro norte santafesino, constituida por los departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo, la disponibilidad de agua útil en los primeros 20 cm de los suelos, se encontró con muy buena disponibilidad en el SEA, como consecuencia del período de inestabilidad de la semana.

Puntualmente, algunos sectores presentaron excesos hídricos o anegamientos, por encontrarse en posiciones topográficas bajas. La dinámica de los escenarios ambientales, las particularidades zonales y los múltiples factores actuantes, condicionaron o regularon la toma de decisiones finales, en la campaña de la cosecha gruesa 2023 – 2024 y condicionarían e influirían la cosecha fina 2024.