La semana comprendida entre el 14 y el 20 de diciembre de 2022, comenzó con estabilidad climática, días soleados, temperaturas medias diarias en ascenso, buen tiempo y escasa nubosidad, con el transcurso de las jornadas se incrementó hasta el sábado 17, luego sol pleno, vientos de baja intensidad, situación que se extendió hasta el final de período y se manifestó en toda el área del SEA.

Dichas condiciones ambientales permitieron la continuidad de las distintas actividades agrícolas de los sistemas productivos, que se habían reanudado tras las precipitaciones ocurridas anteriormente.

En todos los departamentos del centro norte santafesino, la siembra continuó siendo la labor con más actividad desarrollada en la semana, con la implantación de sorgo forrajero, sorgo granífero, algodón y soja tardía, dice el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe al 20 de diciembre de 2022, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

En el caso de la oleaginosa, las intenciones de siembra se estimaron en 580.000 ha, con un incremento del 8 % en comparación a la superficie alcanzada la campaña pasada.

En el período se logró un progreso del orden del 55 %, que representó aproximadamente unas 319.000 ha, con un adelanto intersemanal de 35 puntos y de 41 menos al de la campaña anterior, para ambos intervalos. La realidad de los maizales no varió, solo que continuaron en menor ritmo las tareas de picado/embolsado para consumo del ganado.

El algodón no escapó a la realidad ambiental enunciada en los informes anteriores y continuó el deterioro de las plantas, al que se sumó el ataque de trips, presencia habitual en las condiciones ambientales dadas.

Para el intervalo comprendido entre el 21 y el 27 de diciembre, los pronósticos prevén desde su comienzo, estabilidad climática, días soleados, temperaturas medias diarias en ascenso, buen tiempo y escasa nubosidad, con el transcurso de las jornadas iría incrementándose hasta inicios del sábado 24, luego inestabilidad climática con altas probabilidades de precipitaciones, de variadas intensidades y regular distribución geográfica, situación que se extendería hasta mediados del domingo 25, a posteriori hasta el final del período, estabilidad, buen tiempo y que se manifestaría en toda el área del SEA.

Las temperaturas fluctuarían entre mínimas de 15 a 26 ºC y máximas de 24 a 38 ºC.

Fin del ciclo del cultivo de trigo, con una superficie sembrada de 321.000 ha; una superficie cosechada de 309.650 ha. El rendimiento promedio fue de 21,0 qq/ha y una producción de 650.193 Tn.

Como consecuencia de la realidad climática que atravesó la campaña, se cosecharon 11.320 hectáreas menos. El rendimiento promedio fue 15,75 qq/ha inferior a la campaña anterior.

En la región, en el ciclo anterior del cereal, la producción obtenida había sido de 1.361.430 toneladas. En la presente que finalizó, de 650.193 Tn.

Semana de avance en el proceso de recolección del girasol, acompañado por la estabilidad climática.

Los rendimientos de los lotes de inicio de campaña fueron bajos debido a que estuvieron afectados por la falta de precipitaciones y, además, por su característica de ciclo corto.

Los rendimientos promedios fluctuaron entre los 6 y 8 qq/ha. Se estima que a partir de la próxima semana comenzaría la cosecha en los lotes con mejores condiciones, los que elevarían los rendimientos.

El general, el estado de los girasoles continuó siendo malo a regular, bueno a muy bueno, dependiendo de la zona o de las precipitaciones ocurridas y la etapa fenológica en que se encontraba cada parcela.

En la parte norte del departamento General Obligado, se observaron los mejores cultivares, dado que allí ocurrieron precipitaciones más regulares y con mayores montos. Los girasoles mostraron menor desarrollo en las estructuras de las plantas y en el tamaño de los capítulos, lo que afectaría directamente el componente rendimiento.

Con respecto a las plagas, se observó un aumento en el número de aves, principalmente palomas o cotorras, que afectaron y afectarían a la oleaginosa.

Tras las precipitaciones registradas la semana anterior, los maizales continuaron su desarrollo o crecimiento, no presentaron síntomas de mejoría, debido al grado de daño que provocaron las condiciones ambientales, estrés hídrico o térmico y en la etapa fenológica en la que se encontraban.

Por tal situación, se continuaron picando los maizales y se elaboraron silos como reservas para el futuro consumo animal, pero con menor ritmo.

Los rendimientos promedios obtenidos oscilaron desde 5 a 7 m/bolsa/ha, con mínimos de 1 a 3 m/bolsa/ha, valores considerados por el sector productivo como muy bajos.

La sanidad de los sembradíos se encontró muy bien, sin presencia de plagas ni enfermedades

Luego de las precipitaciones de la semana pasada y con humedad adecuada en el perfil del suelo, avanzó la siembra en ambos domos, siendo el oeste santafesino el de mayor movimiento por la superficie en la que aún restaba su implantación, la que finalizó. Se recordó que la ventana legal para la siembra ya culminó.

El cultivo implantado avanzó su ciclo de manera normal, se hallaron lotes en estado muy bueno a bueno, algunos regulares y otros malos, principalmente los sembrados en fechas tempranas que comenzaron con la etapa de floración y fueron afectados por el estrés hídrico. En cuanto a las plagas, se observó el ataque de trips, presencia habitual, dadas las condiciones ambientales ocurridas.

En la superficie total del área de estudio del centro norte santafesino, constituida por los departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo, la disponibilidad de agua útil en los primeros 20 cm de los suelos, se encontró con diferentes realidades, desde buena en localidades puntuales y escasa a nula en otras, como consecuencia de las precipitaciones registradas en la semana pasada.

La dinámica de los escenarios ambientales, las particularidades zonales y los múltiples factores actuantes, condicionaron o regularon la toma de decisiones finales, ante los futuros escenarios climáticos y de logística.