La actividad económica de la provincia de Santa Fe, en el mes de abril, registró un alza mensual del 0,7%, en un contexto de incertidumbre respecto del segundo semestre del año. La variación interanual fue de 1,5%.

El informe que acompaña al índice Compuesto de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe, que elabora el Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indica que, en el cuarto mes, se observó “un predominio de variaciones positivas, en el cuadro de tasas mensuales”.

Éstas fueron las siguientes: recursos tributarios, 3,4%; patentamiento de nuevos vehículos, 2,7%; demanda laboral, 2,4%; consumo de cemento, 1,5%; consumo de energía eléctrica industrial, 1,5%; consumo de gas industrial,1,5%; faena de ganado bovino y porcino, 0,8%; puestos de trabajo, 0,5%; molienda de oleaginosa, 0,5%; hidrocarburos para la agroindustria y el transporte, 0,5% y remuneraciones reales, 0,4%.

En tanto, las series que tuvieron variaciones negativas fueron las siguentes: producción

Síntesis y perspectivas
A modo de síntesis, el CES consigna que la variación interanual del índice coincidente de la provincia se ubicó en 1,5% en abril de 2022. Cabe destacar que la base de comparación se condice con un período del año pasado, en el cual se volvían a agudizar los efectos de la pandemia.

En cuanto a la fase de recuperación que comenzó en mayo de 2020, se siguen marcando dos subperíodos bien diferenciados. El primero, que transcurre hasta el primer trimestre de 2021 inclusive, se corresponde con el rebote en respuesta a la finalización del período más restrictivo de la pandemia. El segundo, comienza en abril de 2021 y muestra un perfil más amesetado, caracterizado, además, por cierta intermitencia en el comportamiento de la actividad económica provincial como conjunto.

En este marco, el cuarto mes del 2022 fue escenario de un buen desempeño relativo de los subindicadores relacionados con la industria en general. También la actividad de la construcción, medida por el consumo de cemento, continuó alimentando el incipiente repunte que verifica desde comienzos de 2022.

En una perspectiva de mediano plazo, se observa que la actividad económica santafesina se ubica por debajo del máximo alcanzado a comienzos de 2018, prácticamente a nivel del pico correspondiente a octubre de 2011. Es decir que todavía necesita de un importante impulso para emerger a una nueva senda de crecimiento.

Como se ha expresado en informes anteriores -dice el CES-, “preocupan los desequilibrios en torno a la macroeconomía nacional: fundamentalmente la persistencia y aceleración de la inflación, y la agudización del déficit fiscal. A esto, se acopla la falta de acumulación de reservas internacionales, justamente en un período de tiempo clave como es la liquidación de la cosecha gruesa”.