La primera parte de la semana comprendida entre el 2 y el 8 de febrero, se caracterizó por ser estable, soleada y temperaturas diarias que alcanzaron los 38 ºC. La situación cambió a partir del jueves 03, en la que hubo alta nubosidad parcial o total, algunas precipitaciones de variadas intensidades e irregular distribución geográfica en todos los departamentos del área. Esta condición finalizó el viernes 04 con jornadas luminosas y registros térmicos que oscilaron entre mínimos de 12 a 25 ºC y máximos de 23 a 39 ºC, vientos leves de dirección sur - suroeste, buen tiempo, características que se mantuvieron hasta el final del período, en toda el área del SEA.
Los montos pluviométricos registrados fluctuaron entre mínimos de 0,5 a 02 mm con máximos de 25 a 30 mm y en lugares muy puntuales, alcanzaron los 45 mm.
Continuó siendo muy crítica la situación en el área centro – norte del departamento General Obligado, desde el distrito Avellaneda hacia el norte, en el límite con la provincia del Chaco y el departamento Vera, desde el distrito Garabato hacia el norte, donde no se registraron lluvias y la modificación del estado de la cosecha gruesa fue escasa o nula, dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
En el resto de los departamentos, la realidad ambiental siguió siendo favorable para la recuperación y el cambio de los sembradíos en sus distintos estados fenológicos, como así también de sus aspectos generales, observándose en el campo, mejor desarrollo de las estructuras de las plantas, manteniéndose buenas expectativas, ante el nuevo panorama agrícola.
Para el intervalo comprendido entre el 09 y el 15 de febrero, los pronósticos prevén desde su inicio, estabilidad climática, soleado, temperaturas diarias en ascenso, con posibilidad de llegar a valores superiores a los 37 ºC, situación que desde mediados a fines del viernes 11 cambiaría, alta nubosidad parcial o total, muy altas probabilidades de precipitaciones de variadas intensidades, pero de bajos montos pluviométricos, en todos los departamentos del área de estudio. Condición que se modificaría a fines del sábado 12, jornadas soleadas, registros térmicos acordes a la época del año y vientos leves de dirección sur - suroeste, buen tiempo, características que se mantendrían hasta el final del período, en toda el área del SEA.

Semana donde el proceso de cosecha del girasol tuvo continuidad y un ritmo que progresó lento, pero sostenidamente, con el transcurso de los días, en los lotes maduros. El período de recolección de la oleaginosa, durante la campaña 2021-2022, se demoró y amplió, como consecuencia de la prolongación de la fecha de siembra.
En general, los rendimientos promedios se mantuvieron o fluctuaron entre valores mínimos de 10 - 12 a 14 qq/ha y máximos de 30 a 32 qq/ha, con lotes puntuales de 34 qq/ha.
Los mismos fueron vistos por el sector productivo como interesantes, buenos a muy buenos. Pero, manifestando la inquietud por la numerosa presencia de palomas o cotorras, que afectaron y afectarían los capítulos florares. Realidad constante en cada campaña, con aumento de los daños y perjuicios sobre los rendimientos.

El cultivo de maíz temprano prosiguió su evolución, ya en el final del ciclo, por ello fue poco el movimiento de equipos de picado/embolsado en las áreas de influencia de las cuencas lecheras santafesinas.
En cuanto a los resultados obtenidos, se mantuvieron muy dispares, en general se logró un rendimiento promedio de 8 a 10 m/bolsa/ha pero, durante la recolección, el ambiente cálido y el material vegetativo seco a muy seco, alteraron no solo la cantidad del producto, sino también su calidad y con serias dificultades en la concreción de buenos trabajos.
A su vez, en la semana se observó un leve aumento en el ritmo del proceso de cosecha del cereal con destino comercial, en particular en los departamentos del norte y centro – este del SEA.
Los rendimientos promedios oscilaron en mínimos de 40 – 42 qq/ha y máximos de 60 – 62 qq/ha.
Ante los futuros pronósticos climáticos, en diez a quince días se estaría en plena recolección del maíz y se cuantificaría el real impacto que tuvo el clima, fundamentalmente en las etapas finales del desarrollo de los maizales y por la heterogénea reacción al cambio que manifestó cada lote.
La sanidad de los sembradíos se encontró muy bien, sin presencia de insectos ni de enfermedades.

La condición del cultivo continuó siendo muy variable, dependiendo del nivel de precipitaciones ocurrido en cada zona, siendo la parte norte de los departamentos General Obligado y Vera, los más perjudicados.
Con el transcurso de los días el déficit hídrico siguió impactando a los algodonales, por lo que se constataron situaciones irreversibles.
Los daños más importantes ocurrieron en el número de cápsulas retenidas y la caída prematura de hojas, escaso crecimiento y generación de estructuras reproductivas, lo que se vería reflejado directamente en los rendimientos finales.
Las aplicaciones de herbicidas y reguladores de crecimiento se realizaron en las zonas donde la condición de humedad en los perfiles de los suelos se normalizó parcial y puntualmente.
En el norte del departamento General Obligado, por la falta de agua o por las elevadas temperaturas, no se concretaron.

Se consolidaron un 90 % de los cultivares de soja temprana que reaccionaron favorablemente ante los cambios de las condiciones climáticas.
En el 10 % restante del área implantada, el impacto de la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante los primeros 16 días del año, dejaron indicadores muy marcados, tales como, limitaciones en el crecimiento de las plantas, amarillamiento o marchitamiento de las hojas basales y en lotes puntuales, la pérdida de ejemplares por mortandad, realidad irreversible.
Se reitera lo enunciado en el informe anterior: se detectó la presencia de orugas, realizándose aplicaciones de control.

En las recorridas y chequeos de campo efectuados en la semana, se constató que un 70 % de los cultivares de soja tardía reaccionó favorablemente ante el cambio de las condiciones ambientales, tuvo buen crecimiento o desarrollo de las estructuras de las plantas y en un importante número de lotes, se llegó a cierres parciales o totales de los surcos. Un 20 % reaccionó más lentamente, dadas las precipitaciones irregulares y la etapa fenológica en que se encontraban y el 10% restante se detectó en situación irreversible, con pérdida de plantas por mortandad, especialmente en los lotes de limitaciones edáficas en sus suelos.
Al igual que en lo enunciado en el cultivo de soja temprana, las aplicaciones de insecticidas ante el ataque de orugas fueron en general eficientes, pero no deberían abandonarse los controles periódicos para la obtención de mejores resultados

El cultivo de maíz tardío o de segunda, tuvo un período de siembra complicado y ante los escenarios climáticos que se presentaron desde mitad de diciembre del 2021 hasta inicios de febrero del 2022, en los distintos departamentos del SEA, el lapso de siembra, estuvo regulado y condicionado fundamentalmente, por las precipitaciones y la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra de los perfiles de los suelos.

En la superficie total del área de estudio del centro norte santafesino, constituida por los departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo, la disponibilidad de agua útil en los primeros 20 cm de los suelos cubrió en forma regular las necesarias demandas de los sembradíos, según los estadios fenológicos de cada uno de ellos y las nuevas lluvias, aunque de bajos montos pluviométricos, mantuvieron la humedad de los suelos.
En el centro – norte del departamento General Obligado, desde el distrito Avellaneda hacia el norte, en el límite con la provincia del Chaco y el departamento Vera, desde el distrito Garabato hacia el norte, fueron áreas que recibieron escasas precipitaciones, bajos registros hasta el momento del cierre del informe, por lo que, no se concretaron recargas suficientes de agua, en los distintos perfiles.