El período se inició cielo parcialmente nublado, temperatura diaria media, progresivamente aumentó la nubosidad como consecuencia de un frente de tormenta que produjo inestabilidad climática, lluvias y vientos de baja a medias intensidades de dirección suroeste-noreste. Con el transcurso de los días se alternaron condiciones de estabilidad e inestabilidad, con irregular impacto en las distintas zonas geográficas santafesinas. En primera instancia, las más beneficiadas por las lluvias fueron las del sur y centro del SEA, al final, lo fueron el norte de los departamentos centrales de la provincia y la totalidad de los del norte del área de estudio.
El acumulado de los montos pluviométricos registrados fluctuó entre 10 y 60 mm, con caída de granizo, en algunas zonas puntales del departamento Vera.
Tales características ambientales revirtieron los escenarios con déficit hídrico y la nula actividad de los procesos de siembra, que a medida que los lotes y la cama de siembra lo posibilitaron, se intensificó el movimiento de equipos y sembradoras.
El cultivo de maíz temprano fue el que sumó mayor cantidad de ha, con un incremento de 15 puntos intersemanales, lográndose hasta la fecha un hasta la fecha un avance del orden del 20% en la implementación, representando unas 18.900 hectáreas.
Los grandes favorecidos por las oportunas precipitaciones de baja a medias intensidades y la muy buena infiltración, fueron los trigales, en toda la superficie implantada.
Los predios sembrados en una primera etapa mostraron muy buen estado, con emergencia normal, buen desarrrollo y stand de plantas, ante la recarga de agua de los perfiles de los suelos.
Un 88 % de ellos se encontraron en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 12 % bueno a regular, sin variación intersemanal y a la espera de un mejoramiento – reacción de los cultivares
En lo que respecta a la campaña de cosecha gruesa, a medida que las condiciones ambientales lo permitieron, comenzó el movimiento de maquinarías y se reanudó la siembra del girasol.
Lo implantado hasta la fecha alcanzó un 21 % de la intención estimada, que sería similar o levemente superior al ciclo anterior, que llegó a las 108.500 ha, con un incremento intersemanal de un punto.
Los predios sembrados en una primera etapa mostraron muy buen estado, con emergencia normal, buen desarrrollo y stand de plantas.

Los cultivares de trigo, particularmente los de ciclo largo, finalizaron su etapa de macollaje bajo escenarios sin o con escasas precipitaciones y lentamente comenzaron los estadios fenológicos de elongación de tallo con posterior preemergencia floral, los que paulatinamente irían aumentando la demanda de agua, por lo que las lluvias registradas fueron no solo necesarias, sino también adecuadas, provechosas y produciéndose en momentos ideales del desarrollo de los cultivares.
En general, hasta la fecha en los trigales no se detectaron plagas ni enfermedades.

Muy lentamente se reactivó el proceso de siembra del girasol en los departamentos del centro santafesino, principalmente en el centro-norte de San Justo y Las Colonias.
Lo implantado hasta la fecha alcanzó un 21 % de la intención de siembra estimada, unas 23.980 ha.
El estado vegetativo de los sembradíos continuó siendo muy bueno, con la totalidad de los lotes emergidos, sin impedimentos y a la espera de las precipitaciones, para el logro de un normal crecimiento y desarrollo.
En cuanto al estado sanitario, hasta el momento no se presentaron plagas ni enfermedades, pero continuó el monitoreo de los predios por posible presencia de orugas cortadoras (Agrotis spp).

 

En la superficie total del área de estudio, del centro norte santafesino, constituida por los departamentos Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo, al concretarse los pronósticos de inestabilidad y precipitaciones se revirtieron los escenarios de carencia de agua útil en los primeros 20 cm de los perfiles de los suelos, recargándose los mismos. Esta condición, que se logró ante la media a baja intensidad de las lluvias y los ambientes húmedos posteriores, impactaría favorablemente en los cultivos implantados o a implantarse.