La inestabilidad climática enunciada en los pronósticos del informe anterior, se cumplió casi en su totalidad, pero, la diferencia estuvo en la intensidad y la cantidad de milímetros caídos.
Los dos a tres días (según zonas) de estabilidad climática, con jornadas soleadas, temperaturas elevadas y vientos regulares de dirección norte – noreste, fueron generando condiciones que desencadenaron frentes de tormentas y eventos de diversas magnitudes.
Éstos se produjeron en toda el área de estudio, con la particularidad de la heterogeneidad e irregularidad en la distribución geográfica y en las intensidades de las precipitaciones, caída de granizo y ráfagas de vientos, algunas intensas.
Los mayores registros pluviométricos se concretaron en el área central de los departamentos Castellanos, Las Colonias y La Capital, con valores que fluctuaron entre 105 y 330 mm, no registrándose en general impactos y consecuencias, sólo en lotes puntuales, que por sus posiciones topográficas y en áreas de riesgo (valle de inundación – encharcamiento), de curso de agua de segundo, tercer o cuarto orden, estuvieron afectados.
Se observaron caídas de granizo en diferentes sectores de los departamentos del área de estudio del SEA, en mayor proporción ocurrieron en el departamento General Obligado y vientos fuertes (ráfagas), en el norte de los departamentos Las Colonias, San Justo y la totalidad de Vera, San Javier y General Obligado.
Tras el paso de los eventos climáticos, cuya característica principal fue que los mayores impactos lo padecieron los centros urbanos y no así las zonas rurales, las cuales, solo en algunos sectores o lotes puntuales, los cultivos se vieron afectados en diferentes magnitudes.
Ante las características de la semana, ya enunciadas, las actividades más relevantes fueron las de cosecha y siembra.
En cosecha: finalizó en todos los departamentos del área de estudio, el proceso de recolección del trigo.
En siembra: los equipos y sembradoras continuaron con ritmo firme sus movimientos, sumando superficie de cultivos de arroz, algodón, sorgo granífero, forrajero, soja tardía y comienzo de maíz tardío (de segunda), según sectores.

Fin del ciclo del cultivo, con una superficie sembrada de 378.000 ha; superfice cosechada de 377.500 ha.; rendimiento promedio de 34,25 qq/ha y una producción total de 1.292.928 toneladas, en la región centro norte.
El informe del SEA dice que hubo una mayor superficie sembrada; una mayor superficie cosechada; con mayor tecnología utilizada en comparación con la campaña 2017-2018. El resultado -dice el informe- fue de bueno a muy bueno, con rendimiento promedio superior en 2,25 qq/ha, a la campaña anterior.

Período con eventos climáticos de cierta magnitud, como ráfagas de vientos, caída de granizo y precipitaciones, en lotes puntuales del departamento General Obligado, produjeron caída de plantas y dañaron capítulos, que sumado a los ataques de palomas y cotorras, ya enunciados, fueron los daños y perjuicios que se relevaron hasta le fecha, los cuales irían en detrimento de los futuros rendimientos, principalmente, con mayor impacto en el sector centro - noreste del área de estudio.
Un 93 % del cultivo implantado se encontró en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes, un 5 % en estado bueno a levemente regular y un 2 % en estado regular a malo. La variación del estado de los cultivares fue consecuencia de las condiciones climáticas que reinaron en la semana.
Se detectó muy buen estado sanitario, no presentándose inconvenientes de patógenos ni de insectos.

Las precipitaciones registradas en toda el área encontraron a los cultivares en pleno desarrollo de “estados reproductivos”, siendo el cultivo más beneficiado, particularmente, porque ante dicha disponibilidad de agua útil en el suelo, aseguraría condiciones muy buenas casi óptimas, para dicha etapa, que campaña tras campaña se la denominó “punto crítico” y definiría en gran parte los futuros rendimientos y la producción final.
Un 98 % del cultivo se halló en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes y un 2 % en estado regular. La sanidad detectada fue buena, sin manifestaciones de ataques de enfermadades ni de plagas.

Zona Este: al igual que en otros cultivos, la incidencia de las precipitaciones tuvo su impacto en los lotes sembrados tardíamente, en las últimas semanas, en las que se habían resembrado y nuevamente se encuentraron con excesos hídricos, generando dificultades de germinación, crecimiento y pérdidas de plantas.
Los cultivares implantados con anterioridad continuaron su ciclo normalmente en crecimiento y desarrollo de las plantas, presentando buen estado, con humedad adecuada en el perfil del suelo y con temperaturas algo elevadas para la época.
Continuó el monitoreo de las trampas para la detección de la presencia de picudos en los predios o cercanía de los mismos, realizándose aplicaciones, en caso de necesidad.
Zona Oeste: continuó un par de días el proceso de siembra en dicha área, luego quedó interrumpido por las precipitaciones, generando consecuencias ante la finalización del período de siembra establecido por el SENASA; situación que se iría monitoreando y analizando las definiciones futuras

En casi la totalidad de la superficie sembrada no se observaron inconvenientes ante los eventos registrados, sólo en áreas topográficamente más deprimidas se registraron encharcamientos – anegamientos, situación que se revertiría con el transcurso de los días.
Los cultivares continuaron su crecimiento y desarrollo foliar, sin problemas, observándose, en general, estado bueno a muy bueno con condición sanitaria buena.
Se realizaron antes de las precipitaciones, aplicaciones de herbicidas para control de malezas, en particular Sorghum halepense.

El proceso de siembra presentó un grado de avance del 60 %, aproximadamente unas 330.000 ha de las 550.000 ha previstas inicialmente, con un retraso de 10 puntos, en comparación con similar período de la campaña pasada.
La implantación se interrumpió por los eventos mencionados en un principio, los que generaron ciertos problemas en los últimos lotes sembrados y consecuencias en la germinación y emergencia, situación que se revertiría con el transcurso de los días y se iría evaluando, si existiese o fuese necesaria la resiembra.
Se continuaron con las aplicaciones de herbicidas de preemergentes, para un buen control de malezas.