En la semana, se reiteraron las características ambientales enunciadas en informes anteriores, registrándose la alternancia de dos o tres días, con condiciones de inestabilidad climática con frente de tormenta, precipitaciones de variadas intensidades, caída de granizo en áreas puntuales, alta nubosidad. Luego estabilidad con días soleados, alguna nubosidad, con temperaturas medias a altas y vientos de intensidad baja a media de dirección sur - este y norte.
Los montos pluviométricos acumulados en este período fluctuaron entre 05 y 60 mm. En los departamentos del centro norte del área, algunos sectores recibieron entre 75 a 100 mm, siendo los del sur los que registraron menor milimetraje. Las tareas realizadas en este período, muy reguladas y restringidas por las condiciones climáticas que reinaron y también las del suelo, fueron:

a) proceso de siembra de arroz, algodón, sorgo granífero – forrajero, soja de primera y primeros lotes de soja de segunda,
b) monitoreo de las trampas y detección de la presencia del picudo algodonero y la realización de aplicaciones de insecticidas,
c) cosecha de trigo en los departamentos del centro y sur del área de estudio,
d) aplicaciones de herbicidas para el control de malezas, particularmente en los lotes sembrados con soja de primera y algodón,
e) incorporación de fertilizantes en cultivo de algodón.

Hasta la fecha de informe, se habían sembrado, aproximadamente, 89.000 hectáreas con maíz; 28.800 ha con arroz y 832.500 ha con soja de primera.

El proceso de siembra alcanzó un progreso del orden del 90 % sobre lo proyectado, representando unas 832.500 ha. Con un incremento intersemanal de 20 puntos porcentuales y un retraso de 2 % en comparación a la campaña del año anterior, dice el informe semanal del SEA que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Como se mencionó en el informe anterior las consecuencias de este período húmedo tuvieron un impacto negativo, lo que repercutió en un sin número de inconvenientes que se verían reflejados en una menor superficie sembrada, estimándose un 5,5 a 6 % menos en comparación con la del 2017/2018, la que superaría levemente las 850.000 ha.
Los cultivares sembrados en primera instancia, germinaron y desarrollaron sin mayores inconvenientes, se observó cierto grado de enmalezamiento en algunos lotes, debido a las condiciones de humedad y falta de piso que reinaron hasta la fecha.

El cultivo de maíz presentó hasta la fecha, un avance en la siembra del 47,3 %, representando unas 89.000 ha. Corresponden a lotes sembrados en primera instancia, denominado maíz de primera, el cual de acuerdo al área de estudio tendría dos usos, un porcentaje a grano para futura venta comercial y el otro porcentaje como forraje, para consumo animal bovino.

Los cultivares manisfestaron muy buen estado a excelente, creciendo y desarrollándose bajo condiciones inmejorables en un 98 %. La disponibilidad de agua útil en los suelos y las temperaturas fueron adecuadas para el cultivo, permitiendo que el período de estados reproductivos se desarrolle bajo óptimas condiciones.
El 2 % restante manifestó cierto grado de impacto por los diferentes eventos ocurridos en los distintos departamentos, como caídas de piedras y puntuales excesos hídricos.
En cuanto al estado sanitario del cultivo se encontró muy bien, sin ataques de plagas ni enfermedades, hasta el momento.

El proceso de cosecha continuó lentamente al inicio del período y con el transcurso los días fue incrementándose su ritmo, favorecido por las condiciones climáticas que fueron estabilizándose y crearon mejores escenarios para la recolección faltante.
El movimiento de equipos y cosechadoras estuvo centrado en los departamentos del centro y sur, lográndose en el total del área un 90 % de avance, faltando la cosecha de unas 35.500 ha aproximadamente.
A continuación el SEA expone los rendimientos promedios que se obtuvieron en los departamentos: 9 de Julio, 30 qq/ha.; Vera, de 27,5; General Obligado, 27,5 qq/ha, San Cristóbal 29 ; San Justo 31 y en San Javier, 23 qq/ha.
Asimismo, continúa la trilla en Castellanos, 28 a 33; Las Colonias, 32 a 35; La Capital, 30 a 33; San Martín de 32 a 35 y San Jerónimo, 32 a 35 qq/ha.
Como consecuencia de las condiciones ambientales mencionadas ocurridas en los últimos 15 días, comenzó a detectarse cierto impacto en los cultivos, con disminución de los rendimientos, particularmente en el sur del área de estudio. La disminución osciló entre 3 y 4 qq/ha.
Se observaron parcelas enmalezadas y en algunos lotes puntuales desgrane de las espiga, ante la imposibilidad de ingreso a los lotes por falta de piso; lo que influiria también en la calida final del producto.
Hasta la fecha, el estado sanitario del cultivo continuó siendo muy bueno, sin expresión de enfermedades ni de plagas.

Las condiciones del cultivo en un 95 % se encontró en estado bueno a muy bueno con lotes en excelentes condiciones, un 3 % bueno a regular, con lotes puntuales regulares, por posición topográfica, la aptitud de los suelos y el 2 % restante regular a malo por la incidencia de las tormentas, caída de piedras y los excesos hídricos, quedando afectados lotes puntuales, donde se observó volteo y caída de plantas, este último porcentaje se da por perdido, pues no hay posibilidades de recuperación.
Con muy buena disponibilidad de agua útil en los suelos, el crecimiento y desarrollo fue normal, con muy buenas condiciones en beneficio de los cultivares, principalmente en plena floración y fin de la misma. El aspecto sanitario del cultivo, en general, se presentó muy bien, sin ataques de plagas, ni enfermedades hasta el momento.

El proceso de siembra en el área arrocera retomó lentamente su accionar y a media que las condiciones de piso lo permitieron se incrementó el ritmo. El mismo presentó un progreso del orden del 95 % sobre lo proyectado, representando 30.400 ha. Con un retraso de 4 % en comparación a la campaña del año anterior.
La intención de siembra sería similar a la superficie sembrada en 2017/2018, alcanzando las 32.000 ha.
En cuanto al área que estuvo muchos días inundada como consecuencia de los eventos climáticos registrados, se observó una fuerte caída del stand de plantas, lejos del óptimo que sería de 250 plantas por m2.
Otros indicadores fueron la muerte por anoxia y los intensos ataques de patos, especialmente en arroces de 3 – 4 hojas (etapa de transición).
Por otro lado, también se advirtió en la mayoría de los lotes, grandes manchones de amarillamiento del cultivo, producto de las pérdidas de nitrógeno nativo por lixiviación, donde no se había aplicado urea y no estaban bajo riego.
En general, el panorama aparece desmejorado con respecto a la situación inicial, antes de las grandes lluvias. Comenzaron a detectarse algunos focos de enfermedades secundarias en hojas (helmintosporiun y cercospora).

Por disposición de SENASA, la fecha de siembra del cultivo terminó el 15 de noviembre para el área Este algodonera y para el Oeste, el 30 de noviembre, ante lo cual finalizó el proceso de siembra para esta campaña 2018/2019.
Pero a pesar de lo establecido y ante los excesos hídricos y la falta de piso, donde no pudo realizarse la siembra, la misma se llevaría a cabo en los próximos días, pero en muy pocas parcelas.
En general la emergencia del cultivo fue buena, como así también su crecimiento y desarrollo. Después de varios días de inestabilidad climática, en la semana se ingresó a los lotes, continuando con la fertilización nitrogenada del cultivo y la aplicación de herbicidas e insecticidas.
Se mantuvo el monitoreo de las trampas para la detección temprana de la plaga (picudo algodonero), realizándose aplicaciones en los bordes y en caso de necesidad en los lotes completos.