ANIVERSARIO DEL CENTRO DE ESTUDIOS Y SERVICIOS DE LA BCSF
Disertaron Gustavo Vittori, Lucrecia D´Jorge, Ulises Mendoza y el economista Miguel Kiguel
La Bolsa de Comercio de Santa Fe celebró ayer los 20 años del Centro de Estudios y Servicios. Lo hizo con un acto en el que hablaron sucesivamente, el director ejecutivo de la Fundación Bolsa de Comercio de Santa Fe, Dr. Gustavo José Vittori; la directora del CES, Lic. Lucrecia D’Jorge, y el presidente de la institución, señor Ulises Andrés Mendoza, y el economista Miguel Kiguel dio sobre una charla sobre el tema: “Otra vez el FMI; otra vez el tipo de cambio…¿y ahora qué?
La actividad congregó a los miembros de la Mesa Directiva y del CES de la Bolsa, socios y al gerente general, Lic. Germán Dobler; seniors e participantes de los programas Nuevos Dirigentes y Santa Fe Cómo Vamos; presidentes de entidades de la región y estudiantes. Asimismo, estuvieron presentes el profesor Juan Mario Jorrat, profesor de la Universidad Nacional de Tucumán, y directivos del Grupo Sancor, entre ellos el director ejecutivo de Finanzas, señor Luciano Mo. Hubo un especial agradecimiento a la compañía aseguradora que posibilitó la presencia del economista en Santa Fe.
Previo al acto, la presencia en la BCSF del Dr. Miguel Kiguel fue aprovechada por los integrantes del Centro de Estudios y Servicios que compartieron visiones sobre el futuro y presente de la economía del país, y por los periodistas de la región dado que hubo un espacio de intercambio con la prensa.
El Dr. Vittori se refirió al nacimiento del Centro de Estudios y al respecto, recordó que se creó al mes siguiente de las elecciones de autoridades en la Bolsa, en el año 1998, siendo presidente el Dr. Mario F. Vigo Leguizamón y desempeñándose él como secretario de la institución.
Por decisión tomada el 29 de mayo de 1998, la Mesa Directiva encargó al Dr. Adrián Alzueta, la formación del Centro de Estudios a fin de que la Bolsa contada con un área de análisis de la información económica, que respaldara las argumentaciones de la entidad en las mesas de trabajo y de consulta, y para que hiciera aportes vinculados con el desarrollo de la región, incluido el Puerto de Santa Fe, resumió Vittori.
“Queríamos contar con esa base de datos de la que carecíamos, para participar de las mesas de trabajo con otra solidez”, dijo Vittori, y recordó que el primer director del Centro de Estudios que años más tarde fue también de Servicios a terceros, fue el CPN Fabio Arredondo.
Vittori aludió, luego, a la vinculación con el Dr. Juan Mario Jorrat, profesor de la Universidad Nacional de Tucumán, para la elaboración por parte del CES, de un Índice Compuesto de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe; y a las participaciones de sus integrantes en jornadas y congresos en distintos países, incluso en China.
Cedió luego la palabra a la directora del CES, Lic. Lucrecia D’Jorge, quien se refirió los programas que se llevan adelante, principalmente, el de ciclo económicos: la determinación del Índice Compuesto de Actividad Económica (ICASFE), programa iniciado en 2006, bajo la dirección del Dr. Jorrat, que por primera vez permitió tener una información confiable sobre la evolución de la economía santafesina, a partir del análisis continuo del comportamiento de un vasto conjunto de series económicas y sociales de la provincia y la nación, resumido en 14 indicadores y sectores.
D’Jorge aseveró que el CES dará un salto cualitativo al efectuar una nueva actualización del software utilizado en el procesamiento de la información y la construcción del ICASFe, incorporando al programa de Ciclos Económicos mayor productividad y nuevas herramientas de análisis. En un futuro próximo podrán anticiparse con mayor exactitud los comienzos de las fases expansivas y recesivas.
Asimismo, D’Jorge puso el acento en la formación de profesionales y a los distintos programas para los que diariamente se procesa y analiza información.
Por su parte, el presidente de la BCSF, señor Mendoza, describió al CES como “el área de impulso y ejecución de tareas enfocadas a vincular a la Bolsa de Comercio de Santa Fe con otros organismos, empresas y proyectos del medio regional. En este marco, desarrolla el programa anual de actividades establecidas por el Directorio, atendiendo la demanda tanto de los socios de la institución como de terceros”, agregando que el CES era “un orgullo” para la Bolsa.
El economista comenzó su charla interrogando por qué vivimos otra crisis y por qué ésta aparece como distinta a otras anteriores y no tardó en calificarla como una “crisis cambiaria”. Indicó que es una crisis que “se sintió no por lo inesperada sino por su intensidad”.
A renglón seguido describió distintos tipos de crisis: 1) cambiaria, que genera una devaluación; 2) crisis de deuda (cuando se va a un default o a una reestructuración de deuda forzada) y 3) crisis bancaria.
“Las crisis más dolorosas son las que afectan al crédito”, dijo, y consideró que al ser ésta una crisis cambiaria, es más fácil salida.
Recordó que, por ejemplo, la crisis argentina de 2001 contuvo los elementos de las tres antes descriptas en tanto calificó a la de 2018, como “un temblor fuerte, que no debería ser disruptiva. Cuando se estabilice el tipo de cambio, deberíamos salir; es una crisis ‘ligt’, si bien la sufrimos”, opinó
Entre los factores externos que contribuyeron a su origen, mencionó la suba de la tasa americana y la caída de la liquidez mundial, que generó una visión distinta entre los inversores; el fortalecimiento del dólar en el mundo; y la salida de fondos de inversión de los países emergentes. En el caso de la Argentina, el riesgo país, subió casi 230 puntos.
En cuanto a factores domésticos, dijo que “la Argentina era un país vulnerable a la pérdida de financiamiento externo y con un déficit fiscal alto, que no se había logrado bajar en los dos años anteriores. Ante este panorama, el gobierno tuvo un dilema: ‘¿qué hago?’ ‘¿un ajuste fiscal importante o qué?’ El plan B fue el Fondo Monetario Internacional”, explicó el orador.
Kiguel agregó otro elemento al que calificó como muy importante: “el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pago llegó al 5% del PBI y los inversores se dieron cuenta”, precisó el orador. ”La Argentina necesita U$S 30.000 millones por año para su déficit de cuenta corriente. Y el mercado dijo ‘esto no es sostenible’ y comenzó la carrera cambiaria”, sostuvo
Consideró que con la nueva paridad cambiaria se podía esperar una corrección rápida de la balanza comercial previéndose para el año próximo que dicho déficit sea de U$S -16,4 millones.
En el intercambio argumental desarrollado citó el gran cambio con el turismo, con el freno de las compras en el exterior, casos Miami y Chile, que representaría una mejora de U$S 5.000 millones, “si se puede mantener este tipo de cambio”.
Otro factor doméstico mencionado por el Dr. Kiguel fue “la pérdida de claridad de la política monetaria/cambiaria del BCRA, después de la conferencia de prensa del 28 de diciembre pasado”.
Señaló que dicha conferencia dejó dos datos: se cambiaron las metas de inflación, aunque precisó que en la Argentina a éstas nunca las fijaba el BCRA sino el Poder Ejecutivo; y el Banco Central se queda sin política monetaria. “El Central no acertó con las medidas durante la corrida”, opinó.
Resumió el resultado de la crisis cambiaria diciendo que dejó un tipo de cambio un 47,8% más alto; U$S 14.000 millones de pérdidas en las reservas; se disparó el riesgo país en 224 puntos y la confianza en el gobierno cayó -13,6%.
Luego el Dr. Kiguel pasó a referirse a los principales lineamientos del FMI, entre los que mencionó la reducción del déficit primario a 1,3% del PBI en 2019 y el equilibrio en 2020; y la consolidación fiscal, que se está promoviendo con la baja de subsidios y menores transferencias a las provincias.
Respecto de “lo que viene” apuntó a “una política monetaria con un tipo de cambio controlado y con tasas que tienen que ir a la baja y una inflación que se mantendrá alta”. Kiguel pronosticó un fin de 2018 con un 31% de inflación anual y un 20% para el que viene. En cuanto a la deuda, “su mantenimiento en un ratio en el 42% del PBI para los años 2021 y 2022, si se cumplen las metas” y calificó como “razonable” ese nivel de deuda para nuestro país.
Reconoció dos elementos que dificultan salir de la situación: la deuda de corto plazo (Letes y lebac) por lo que los supermartes van a seguir, y que la Argentina no tiene compradores locales de deuda como otros países.
En cuanto al crecimiento del país, indicó que luego de los números conocidos el martes de caída de la actividad económica (-5,8%), calculaba que llegaríamos a fin de año con un balance con pérdida del -0,4% y sostuvo que se debían esperar otros descensos de la actividad económica en los próximos meses. “El último bimestre todavía tiene un signo de interrogación y para 2019 ubico un crecimiento sólo en el 1,4%”, agregó.
Como colofón resumió al final de la charla que la Argentina está en “una situación difícil económica; es una situación compleja; que hay chances de revertirla. La base de la recomposición pasa por la estabilidad financiera y la baja del riesgo país”. Consideró, asimismo, que se iba a observar “un mejor humor” en el interior que el capital federal y Gran Buenos Aires, pero que “deberíamos ver en 2019, una mejora de condiciones”.
En cuanto a los riesgos, mencionó que vuelvan las turbulencias de afuera por nuevas subas de tasas por parte de Estados Unidos y por la situación política incierta de Brasil. A modo de corolario, indicó que 2019 debería ser “bastante mejor”.
26-07-2018 | Imprimir