En todos los departamentos que comprende la región, se observó un marcado descenso de las temperaturas y sucesivas heladas con registros cercanos o inferiores al 0°C, situación que impactó en forma directa en la vegetación y, especialmente, en los cultivares de trigo que venían creciendo y desarrollandose con temperaturas medias y medianamente altas. Esta particularidad generó óptimas condiciones para la etapa del macollaje, que comenzó a desarrollarse en los cultivos de ciclo largo.
En los departamentos San Martín, Castellanos y 9 de Julio fueron los que registraron proporcionalmente el mayor incremento de superficie sembrada con trigo, con la particularidad de que en esos territorios fueron los que mayor impacto padecieron por los eventos climáticos de 2016 y 2017, dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.

Con una superficie sembrada de aproximadamente 309.000 hectáreas, cerró el proceso de siembra, unas 1.000 hectáreas menos que el último cálculo de intención que presentaba esta campaña.
Los altos porcentajes de humedad ambiente, excesiva humedad en los primeros centímetros del suelo (cama de siembra) y escasa a nula disponibilidad de semillas de ciclo corto, fueron los indicadores o limitantes que incidieron en el final y no llegó a cubrir las intenciones de siembra. Dicha superficie refleja un incremento del orden del 13,10 % con respecto a la superficie sembrada en la campaña anterior.
Continuaron las condiciones óptimas de agua útil en la cama de siembra - muy buena germinación y posterior desarrollo - y en las temperaturas medias diarias que bajaron significativamente permitiendo una buena etapa de macollaje.
En su totalidad los cultivares presentaron estados buenos a muy buenos, con lotes excelentes.

El proceso de cosecha presentó un avance de 21,5% representando aproximadamente unas 18.900 hectáreas, con progreso en la semana de 1,5 puntos, situación que de acuerdo con los pronósticos climáticos, tendría un mayor ritmo de recolección. Los rendimientos promedios obtenidos hasta la fecha siguieron siendo muy heterogéneos y estuvieron comprendidos en una amplia franja que fueron de 25 a 28 qq/Ha, 50qq/Ha a máximos de 90 qq/Ha.
La estimación de rendimiento promedio fluctuaría entre 68 y 70 qq/Ha para esta campaña.

Fin del ciclo del cultivo, campaña 2016-2017, con una superficie sembrada de 62.000 hectáreas; superficie cosechada (grano comercial) de 55.600 hectáreas y un rendimiento promedio de 48 qq/Ha. La producción final fue de 266.880 toneladas.
El SEA resumen esta campaña diciendo: menor superficie sembrada; buen crecimiento y buen desarrollo; final prolongado por los altos porcentajes de humedad ambiente y de grano; y mayor superficie destinada a autoconsumo