La inestabilidad climática pronosticada se concretó. Los altos porcentajes de humedad, denso a muy densos bancos de niebla, lloviznas y precipitaciones fueron las características ambientales que se manifestaron en la semana. Los registros pluviométricos superaron los 50 mm, en seis departamentos del este del área de estudio.
Estas condiciones regularon las actividades que se estaban desarrollando perdiendo ritmo o paralizándolas en su totalidad, especialmente el proceso de siembra y en menor proporción el de cosecha.
En todos los departamentos que comprenden el área, se observó muy buena disponibilidad de agua útil en el perfil de suelo, óptimas condiciones de temperatura y humedad ambiente permitieron una buena a muy buena germinación y desarrollo del cultivo de trigo.
Para el período comprendido entre el miércoles 12 al martes 18 de julio, los pronósticos prevén desde el inicio hasta el viernes 14, estabilidad climática, baja nubosidad y paulatino descenso de las temperaturas medias diarias. A posteriori se generaría inestabilidad climática con altas probabilidades de precipitaciones de baja intensidad (lloviznas) en la totalidad de los departamentos del área de estudio hasta el domingo 16, con un muy marcado descenso de las temperaturas. Posteriormente estabilidad climática hasta final del período.

El proceso de cosecha avanzó muy lentamente en la semana, solo unos pocos días. Luego la inestabilidad climática, con precipitaciones y altos porcentajes de humedad, condicionó dicho proceso rantelizando su finalización. El avance logrado fue del orden del 98,5 % lo que representó unas 54.960 ha aproximadamente, registrándose un adelanto intersemanal solo de 0,5 puntos.
Los rendimientos promedios obtenidos se mantuvieron muy similares a los registrados, estimándose un rendimiento promedio de entre 47 y 48 qq/ha para esta campaña.

La humedad ambiente y los porcentajes de humedad del grano, superior al 17 % y en algunos lotes 21 %, continuaron siendo los condicionantes que regularon el movimiento de equipos y cosechadoras, que fue nulo.
Estas características ambientales además influyeron directamente en la calidad de los granos y en el rendimiento. Los rendimientos promedio obtenidos hasta la fecha fueron muy heterogéneos y estuvieron comprendidos en una amplia franja que fueron de 25 qq/ha, 50 qq/ha y máximos de 90 qq/ha.
Este desenlace no esperado en el fin de ciclo, llevó al ajuste de la estimación del rendimiento promedio, el cual fluctuaría entre 68 a 70 qq/ha para esta campaña.

Las precipitaciones ocurridas en la totalidad del área de estudio, pusieron freno al proceso de siembra, el cual venía a un muy buen ritmo constante desde el mismo comienzo. Continuaron las condiciones óptimas de agua útil en la cama de siembra y en las temperaturas medias diarias, permitiendo una muy buena germinación y posterior desarrollo.
En su totalidad los cultivares presentaron estados buenos a muy buenos, con lotes excelentes. La estimación de intención de siembra se mantuvo en el orden de un 15 a 16 % con respecto a la superficie sembrada en la campaña anterior. Por lo que la superficie estimada giraría alrededor de 310.000 ha.