LA REGENERACIÓN URBANÍSTICA E INDUSTRIAL DE BILBAO

El Lic. Iñaki Duque Gurrutxaga disertó en el marco del Primer Foro Productivo de Santa Fe

El Lic. Iñaqui Duque Gurrutxaga, disertó en el Primer Foro Productivo de Santa Fe sobre el tema: “Caso Bilbao, piedras angulares de una exitosa regeneración urbanística”, que comenzó en los años ’80, luego de que la región fuera impactada negativamente por la crisis del petróleo y de haber sufrido una severa inundación. “No sólo teníamos un plan sino que lo llevamos a cabo”, indicó refiriéndose a los profundos cambios urbanísticos y la reconversión industrial encarada.

Duque Gurrutxaga comenzó su alocución hablando de “los valores, de la transformación de todas las actividades que habíamos desarrollado hasta hace pocos años y que tuvimos que cambiar, como consecuencia de una situación de crisis. Les hablaré -dijo- de emprendimientos, de liderazgo y cohesión que son elementos espirituales que han estado en el frontispicio de nuestra transformación urbanística; les voy a mostrar el origen y  cómo han quedado los cambios”.

El orador describió Bilbao ubicándola en el norte de España, dentro del País Vasco. “Es la capital de Vizcaya, tiene 300.000 habitantes y con el Área Metropolitana llega a los 900.000. La característica fundamental de ésta es la ría, el cauce fluvial, que es eje vertebrador de toda la metrópoli y el origen de la actividad humana, económica e industrial.

“Bilbao está situada en un valle angosto rodeado de montañas y esto hace que la población esté muy concentrada en ese espacio. Una población con viviendas en poco espacio, con mucha industria y actividad portuaria, que es precisamente el origen de la ciudad”.

Historia, comercio e industria

“Bilbao fue fundada en el año 1.300, a impulso de los comerciantes que trabajaban allí antes de que fuera un asentamiento con entidad jurídica propia. Fundamentalmente, su actividad consistía en comprar lana a Castilla y venderla a Flandes, territorio que formaba parte, en aquella época, del dominio español.

“El impulso de estos comerciantes hizo  que Bilbao se convirtiera en una ciudad y que fuera creciendo gracias al éxito de estos comerciantes, y que las aguas de esa ría fueran navegables. Por efecto de la mareas recibimos aguas saladas, 15 Km arriba del mar y llega hasta el centro de Bilbao. Eso permitía, muchos años atrás, que fuera un puerto seguro y que se pudieran cargar y descargar las mercaderías con mucha facilidad.

“Un punto importante -prosiguió- fue el emprendimiento que surgió con la Revolución Industrial en el siglo XIX. Bilbao tenía riquezas en mineral de hierro que se extraía en montes cercanos, con la característica de que las minas estaban a cielo abierto, lo que hacía que la actividad fuera muy competitiva. A Inglaterra, por ejemplo, le resultaba más barato importar el mineral de hierro de Bilbao, que extraerlo de sus propios yacimientos

“Ese mineral de hierro fue una de las bases del crecimiento de Bilbao. Pero no nos conformamos con explotarlo, sino que, además, nos dedicamos a crear empresas siderúrgicas que transformaran ese mineral de hierro en acero. Y nos conformamos tampoco con eso: creamos empresas que construyeron barcos para transportarlo. Y como para todo lo descripto se necesitaba una muy pujante actividad financiera, también creamos los bancos donde se financiaban estas actividades. En el origen estaban el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, hoy el BVBA.

“Unas pocas familias adineradas de Bilbao y Vizcaya fueron las que tomaron la iniciativa y que hicieron las empresas que sirvieron a la minería, a la siderurgia, a la industria naviera y que financiaron estas actividades. Teníamos un alto valor productivo sin depender de los aspectos exteriores.

“Este conjunto de factores hizo que Bilbao, durante años, fuera una de las ciudades más ricas de España”, remarcó.

Contaminación y crisis

El Lic. Duque Gurrutxaga consignó que al margen de esa actividad portuaria y de construcción naval pujante, “el paso de los años hizo que el cauce fluvial de la ría quedara altamente contaminado; que también hubiera contaminación ambiental y que se produjera una desestructuración urbanística. Los mejores terrenos aledaños a la ría estaban ocupados por la industria, con lo cual los ciudadanos no tuvieran acceso a la ría, sino, por el contrario, vivíamos a sus espaldas”, explicó.

 “Además, en los últimos 50 años del siglo XX, no se produjeron nuevas inversiones en esas industrias, con lo cual fueron perdiendo competitividad; sobrevivíamos gracias a los aranceles pero no eran ya competitivas.

“La crisis industrial de los años ’70 y del petróleo azotó con virulencia a España y al País Vasco en los ’80, y en éstos años, lo azotó con tanta fuerza que prácticamente todas nuestras empresas y nuestro tejido industrial desapareció”, precisó el orador.

A continuación se refirió a las principales consecuencias de la crisis  y mencionó que fueron, entre otras, “la disminución de la renta per cápita; el desempleo que llegó a la cota del 30% de la población activa de Bilbao y el entorno metropolitano y la pérdida de población.

“Muchos de los trabajadores que habían venido en los años 50/60 para trabajar, se volvieron a sus lugares de origen y, en general, se dio una degradación industrial y urbana, que hizo que Bilbao perdiera su posición preponderante y que se viera obligada a tomar otro tipo de definiciones para salvar su economía.

“Bilbao era una metrópolis que no tenía puentes urbanos para conectar ambas márgenes. El único que existía era de gran altura para permitir el paso de buques de gran calado”, explicó apoyándose en filmillas, que mostraban la ciudad antes de las transformaciones urbanas.

Luego se refirió a las inundaciones “catastróficas” de 1983, que “dejaron sumida la ciudad bajo agua. En lugares como el Casco Viejo, el agua llegó a los 5 metros de altura y supuso un golpe muy importante para los comerciantes y la ciudad toda.

“Los años siguientes, fueron de gran conflictividad social. La pérdida de puestos laborales hizo que los trabajadores salieran a la calle en demanda de sus reinvindicaciones. Se vivió una situación de auténtico desbarajuste social, económico y urbanístico

“En ese momento, fue cuando, en Bilbao, nos dimos cuenta que era necesario resurgir, poner manos a la obra de manera inmediata para que pudiéramos sobrevivir como ciudad pujante. Habíamos alcanzada la cumbre y caído en el pozo y, necesitábamos resurgir.

“Afortunadamente, contábamos con un espíritu emprendedor, contábamos con un liderazgo institucional imprescindible y con la indudable colaboración interinstitucional, que alumbró el germen de lo que iba a ser la renovación de Bilbao. Y esa renovación debía hacerse obligatoriamente, sobre los suelos de las industrias desocupadas. Eran suelos industriales  que constituían un desafío que recogimos los vizcaínos y nos propusimos afrontar”, explicó.

El Nuevo Bilbao

“Ahora voy a referirme al Nuevo Bilbao, con el Museo Guggenheim como ícono, como uno de los elementos importantes de la transformación pero no el único. Nuestro éxito económico no está basado en el Museo, se apoya en él pero tiene alrededor muchos otros elementos imprescindibles que sirven para explicar el éxito.

“¿Cómo pasamos de la situación de crisis a otra?

“Hubo una muy importante colaboración interinstitucional y la del sector público, todos se juntaron a iniciativa pública y se estableció un plan estratégico de actuación inmediata:

1)      Fomentar la accesibilidad interior y exterior (para recibir a visitantes) y que la metrópoli estuviera vertebrada con nuevos y modernos medios de comunicación.

2)      Una regeneración medioambiental y urbana que se basaba en la limpieza de la  ría, del medio ambiente y de nuevos espacios de calidad, al borde de la ría.

3)      Una nueva economía industrial basada en la formación de recursos humanos calificados y empresas de base tecnológica, con valor añadido. “Seguimos apostando a la industria porque la llevamos en los genes, pero una nueva industria. No la industria pesada que había desaparecido para no volver, sino una pequeña industria. No la industria pesada que había desaparecido para no volver sino una pequeña industria, que ofrece menos empleo pero es más productividad”.

A continuación el orador citó ejemplos de las transformaciones producidas a nivel industria y urbano apoyándose en las filmillas.

Mencionó la nueva siderúrgica Compañía Compacta de Sestao, que se radicó donde antes había funcionado la empresa Altos Hornos de Vizcaya, que en los años 1950/60 había llegado a tener l2.000 trabajadores. “La nueva empresa produce por año la misma cantidad de toneladas de acero, pero en lugar de utilizar mineral de hierro, lo hace con chatarra que recicla. Su productividad es muy superior a la que teníamos.

“Otro ejemplo es el Parque Científico y Tecnológico, de Zamudio, donde están ubicadas Pymes, empresas de base tecnológica, que producen, por ejemplo, motores y alas para aviones, productos de alto valor agregado.

Conectividad y traslado del puerto

El Lic. Duque Gurrutxaga citó como un aspecto importante, el traslado del puerto.

“Como ya mencioné, antes, estaba situado en el centro de Bilbao y fue trasladado frente al mar, con la doble ventaja de liberar terrenos en el centro de la ciudad y al mismo tiempo mejorar la operatividad portuaria”.

En tanto, respecto de los medios de comunicación, citó el Metro Bilbao, por su carácter vertebrador de la metrópolis con los municipios vecinos; el nuevo aeropuerto; el tranvía; la red de trenes de cercanía.

“La conectividad se mejoró con nuevos puentes, la mayoría peatonales y la construcción de otro puente mixto para vehículos y peatones. Este último, se proyectó con un gálibo no muy alto, como señal de que a partir del aquel  momento, no iban a pasar más barcos al centro de la ciudad. El trabajo portuario quedó situado a 15 kilómetros y el centro de Bilbao se recuperó para sus habitantes y visitantes.

“La limpieza de la ría comenzó en 1978. Al curso fluvial derivaban los efluentes industriales y urbanos, y su limpieza obligó a la construcción de grandes acueductos que transportaban los deshechos a las plantas de tratamiento. Estas obras se financiaron con una tasa específica que se abona con el aforo del agua.

“Además de la construcción del Guggenheim, se pusieron en valor otros museos que contaba la ciudad e instituciones históricas para reforzar la cultura y traccionar a la economía. Creció el turismo: de 24.000 visitantes computados en 1974, se pasó a 700.000 en el 2012. Además, a Bilbao llegan cruceros y salen también, aportando un turista de alto valor adquisitivo.

Para la regeneración urbanística

Posteriormente, el orador pasó a referirse a Bilbao Ría 2000, sociedad pública creada para la recuperación urbanística de Bilbao y su área metropolitana, participada en un 100%  por empresas públicas e instituciones básicas y locales.

Respecto de la masa tributaria, explicó que sólo el 6% de los impuestos va a Madrid y el resto queda en Vizcaya, lo cual -dijo- “permite el financiamiento de programas próximos a los ciudadanos, que de otra manera no se hubieran podido concretar como la construcción del Guggenheim a partir de la franquicia obtenida, o el soterramiento de kilómetros de vías ferroviarias.

“El 94% de los impuestos va a objetivos propios como educación, cultura, sanidad, seguridad, policía, etc. Existe una autonomía muy amplia que nos permite hacer las inversiones necesarias en cada momento,

“La función del Bilbao Ría 2000 fue la recuperación de las zonas en desuso y mantuvo la voluntad de aunar diferentes aspectos dentro de estos proyectos. Una característica importante es el equilibrio de esfuerzos internos.

“El 50% pertenece a instituciones del gobierno central y el otro 50%  a entes autonómicos y locales. Si no se alcanza consenso con un proyecto, se da marcha atrás y se lo vuelve a negociar para evitar recelos y que se tomen decisiones por el 51% contra el 49. Además, los participantes tienen una alta representatividad. El presidente, es el alcalde de Bilbao sea quien fuera esta persona, y el vicepresidente, el viceministro de Fomento (…).

“Nuestros socios no aportan dinero a las sociedad y las inversiones se hacen con autofinanciamiento. Los socios aportan terrenos, los que tiene un valor, que es el que utilizamos para financiar las obras. Las instituciones participantes de la sociedad se descapitalizan de terrenos pero no de dinero. No tocamos los presupuestos de cada institución. Las obras se hacen con la venta y urbanización de esos terrenos; así se ha conseguido un equilibrio financiero”, indicó.

El orador dijo que el presupuesto de la empresa fue de 1.015 millones de euros, de los cuales se llevan ejecutados 985 millones y consignó que inicialmente, se tuvo una aportación de la Unión Europea y de algunos convenios, pero muy minoritaria.

Continuó la explicación sobre el destinos de los predios diciendo que “se recibían los terrenos de los socios, planificamos qué se va a hacer con ellos, se los urbaniza y se los vende a promotores privados, quienes a partir de la planificación realizada por los ayuntamientos, hacen que sean viviendas, oficinas o espacios comerciales.

“Como Bilbao Ría se creó en un momento en que la economía española estaba repuntando y vivimos un ciclo expansivo, obtuvimos plusvalías que se destinaron a otros proyectos urbanísticos”.

Citó en este momento de la alocución y mostró con imágenes las transformaciones en los barrios Armando Ibarra y Recalde, y la estación ferroviaria de Garrillano, entre otros emprendimientos urbanísticos realizados y dijo que se había contado con la colaboración del arquitecto argentino César Pelli.

Con esfuerzo, valentía y fe

En la parte final, a modo de conclusión, el Lic. Duque Gurrutxaga sostuvo que “se le había cambiado la cara a Bilbao y asumidos muchos desafíos. Hemos superados muchas crisis; siempre lo hemos hecho con valentía y dedicación; con esfuerzo y con fe. Lo hemos logrado gracias a la colaboración interinstitucional y nada se podría haber realizado sin un claro liderazgo público. Hemos involucrado en este proceso a todas las instituciones  públicas y privadas, pero desde un liderazgo institucional.

“No sólo teníamos un plan sino que lo llevamos a cabo. Contamos no sólo con los recursos sino con el impulso para llevarlo a cabo, por encima de todas las dificultades que hubo que sortear.

“Los quiero animar, con modestia, a que trabajen juntos y que lo hagan con mucha fe; que tengan un liderazgo claro, que las instituciones empujen, que el sector productivo esté de la mano de las instituciones,

“Es lo que ha hecho posible que en Bilbao se hable del Milagro de Bilbao y que sigamos recogiendo el reconocimiento internacional. Tenemos muchos desafíos por delante, afrontar la nueva crisis que estamos sufriendo. Estamos trabajando en ello y tenemos la fe en el trabajo que hemos realizado hasta ahora; es un aval para ser optimistas de cara al futuro”, concluyó.

 

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18-11-2013  |  Imprimir

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